El venerable Koun Taizan Maezumi Roshi
Nació en 1931 en Japón y fue ordenado monje a los 11 años. Su constancia y compromiso con la práctica lo llevaron a convertirse en maestro, recibiendo Transmisión Dharma de tres linajes distintos: primero de su padre, Baian Hakujun Kuroda Roshi, y luego la aprobación como maestro de las escuelas Soto y Rinzai del zen japonés (Inka y el título de Roshi) por parte de Hakuun Yasutani Roshi y Koryu Osaka Roshi, respectivamente.
En 1956 llegó a Los Angeles, EEUU para servir como sacerdote en la Sede Soto en California, en el templo Zenshu-ji. En 1967 estableció el Centro Zen de Los Angeles (ZCLA) y lo dedicó a la memoria de su padre.
La enseñanza de Maezumi Roshi se centraba en la práctica de zazen. Sí es cierto, dijo una vez, la forma manifiesta del Budadharma y todos los sutras se tratan de ti, de tu vida tal cual es, pero ¿conoces esa vida o sigues viviendo dentro del capullo del ego? La vida de una oruga que se niega a abrir las alas.
La práctica que enseñaba era simple, sólo no pienses, pero el poder transformador de esta práctica solo se puede alcanzar practicando sin expectativas. A través de los años, Maezumi Roshi ordenó a 68 sacerdotes y dio preceptos laicos a más de 500 personas. Tuvo 12 sucesores, el último de los cuales es abad de nuestro templo, William Nyogen Yeo, Roshi.
Su interés por cultivar el zen en México lo trajo a nuestro país en numerosas ocasiones. En 1995, cuando murió, el grupo de practicantes que ya tenían un compromiso real con el camino de la meditación zen, buscó darle continuidad a su enseñanza, pidiendo a Nyogen Roshi que tomara su lugar.
Este legado del Dharma es inconmensurable. La luz de Maezumi Roshi ilumina a nuestra Sangha y guía nuestra práctica. Su foto en el altar nos recuerda que la práctica es la vida y la vida es un tesoro.