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KAIGEN

&

KEI

KAIGEN: Ojo que Despierta

 

La práctica del zazen me ha dado más de lo que yo podría recibir.  No sé si he cambiado debido a a la práctica, o debido a que he cambiado es que estoy aquí practicando. Tampoco me importa mucho saberlo. Ocurrió. Para mi eso es lo importante. 
 
La forma me muestra todas mis actitudes, las opiniones en las que estoy parado por encima de la tierra. Eso me ha dado una apertura hacia todo. He aprendido a respetar no sólo lo que para mí está bien y me hace bien, sino todo lo demás; juzgar menos; aceptar los errores de los demás y sobre todo los míos. 
 
Me siento satisfecho de poder practicar. Es una práctica a la que me he unido de mi corazón para formalmente ser parte de ella con mi Sensei, Hosso y con la Sangha. Para mi el Jukai es una forma de agradecimiento, de compromiso, respeto a toda la enseñanza y al aprendizaje.
 
Mi nombre Dharma es KAIGEN y su implicación es Ojo que despierta. Muchas veces reflexiono sobre esta implicación. Estoy tratando de buscar qué es, -¿yo despierto, o es mi ojo que me va a despertar…?- Y tan sólo recuerdo la forma básica que es: ¡despertar! 
 
Despertar es dejar de alucinar o buscar conceptos. Despertar es sólo despertar. Podemos buscar muchos medios y formas para tratar de entender lo que pensamos y lo que somos, pero para presenciar el momento sólo hay una forma: ¡estando despierto! Poder ver que sigo dormido; estar consciente que no se tiene control de muchas cosas, solamente de uno mismo y de mis acciones. Hacer las cosas sin esperar nada a cambio. Estas son las enseñadas de Sensei Hosso.
 
Despertar no es sólo crear conciencia, para mí la conciencia por sí sola no sirve de mucho o nada sin un cambio.
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