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NYOREN,

&

HOKYO

ENSO

HOKYO: Espejo del Dharma

Hacer mi Jukai significó dar un paso en mi practica. Llevaba más de tres años yendo al Templo del Escorpión Negro y sentía que había mucho por aportar y aprender antes de hacer este compromiso; o eso creía mi ego. Cuando sensei Hosso me propuso tomar los votos, me vinieron a la mente más de diez mil pretextos en menos de un segundo. Sin embargo ella estaba segura del trabajo que había venido realizando, así que confié en su experiencia más que en mis pensamientos, pero sobretodo significó confiar esencialmente en la práctica de mi sensei y por supuesto, en mi propia práctica. 

 

Con el nombre Dharma trabajo el desapego de mí mismo; de mi Yo. A través de su significado trabajo un espejo limpio que sólo refleja lo que esta frente a él sin emitir juicio alguno. Esta es una posibilidad que tengo en la vida e intento explorarla. Por otro lado, tengo entendido que este término se usa para los monjes que en algún momento saltan el muro del templo para buscar su parte humana. Esto fue sólo una adición casual a los motivos que hayan llevado a mi sensei a nombrarme HOKYO. 

NYOREN: Como un loto

En la vida he tomado caminos desde el asombro y la intuición. Así me pasó cuando decidí tomar Jukai.  Fue una llegada,  una encrucijada de caminos. La experiencia del Jukai me conmovió mucho. Con la lectura de los preceptos me reconocí como ser humano, en mis conductas, palabras y límites. Traspasé esa individualidad para pensar en el otro, en el afecto que tengo a las personas que me rodean, a mi familia, a la Sangha y a la humanidad entera. Fue un momento de gran lucidez y concientización.  

 

 

Mi nombre Dharma es NYOREN. La implicación es ¡Como un loto! Hay una frase que comprende el significado profundo de mi nombre: "que podamos vivir en agua turbia con la pureza de un loto". Mi nombre me recuerda la bondad de la vida, no necesito salir huyendo de ella, sino abrazarla y confiar. Es una gran enseñanza que me hace estar de pie y más libre de mis propias ataduras.

ENSO: Círculo perfecto

Tomar los votos budista signicó mucho para mí ya que había estado evitando cualquier clase de compromiso espiritual o religioso toda mi vida. Sin embargo, he encontrado en el Budismo una filosofía que se adecua a mi forma de pensar existencialista. Recibir el nombre Dharma fue un gran impacto emocional porque evidencia mi talón de Aquiles, pero también revela el potencial que vive en mí. Me caracterizo por ser una persona muy juiciosa y severa consigo misma y las personas que me rodean. Vivo en una constante autodecepción castigando y lastimándome por "no ser perfecto", pero sobre todo caigo facilmente en el enojo cuando el mundo no gira perfectamente alrededor de mí. 

 

ENSO es meditar mientras se traza o pinta un círculo perfecto a mano alzada, mas las posibilidades de que esto se logre son casi imposibles. La meditación Zen me está ayudando a observar mi drama personal, cortarlo y regresar al momento presente. No hay imperfección ni perfección; las cosas simplemente son. Trabajar con lo que es y lo que hay. Sin juicios. 

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